sábado, 3 de noviembre de 2012

A RIO REVUELTO GANANCIA DE PESCADORES

Estamos en un momento del país en el que la situación es como mínimo delicada.




Con problemas en el frente externo, como eliminación de privilegios comerciales por parte de la comunidad europea para los productos argentinos,  reclamo por la fuerza de pagos de deudas por parte de los "fondos buitres", calificadoras de riesgo que ponen a la Argentina con una calificación que sólo es superada por Grecia, etc.

En el frente interno los problemas no son menores. Signos de desesperación por parte del gobierno, intento claramente malintencionado de vincular al gobierno de Santa Fe al problema del narcotráfico para afectar la figura de Binner, el tema del cacerolazo como una expresión de protesta de una gran parte de la ciudadanía, declaraciones de algunos políticos como Lilita Carrió, peleas con medios de comunicación, especialmente con el Grupo Clarin, etc.

En este contexto, a pesar de esto, la posición del gobierno sigue inamovible, no se escuchan autocriticas y tampoco se puede hablar de divisiones. La muestra está en que a la hora de votar en el recinto, no se duda en aprobar sin consultar a la oposición ni de mostrar el más minimo reparo por lo menos en debatir los problemas cuando los números lo permiten. Se usa la mayoría y se aprueba.

En esta pulseada, de un lado el gobierno, con los muchachos de La Campora al frente, y del otro lado un montón de gente legitimamente preocupada por temas como la seguridad, la inflación, alentadas por sectores entre los que hay muchos que todavía no dan la cara y que tienen claro que con esto nada se va a solucionar, que a mayor descontento social y menor claridad en las consignas, mejores posibilidades para presionar y obligar al gobierno a torcer rumbos.

Así, la escena política está complicada para este gobierno que al márgen de los errores cometidos, tocó muchos intereses que parecían intocables en la Argentina. Y hoy, todos unidos en un mismo reclamo, propietarios de grandes extensiones de tierra que quiere que bajen las retenciones a las exportaciones agrarias, con industriales que quieren que aumente el dólar, productores que quieren aumentar las restricciones a las importaciones con importadores que quieren terminar con estas trabas, un laburante que quiere un policía en la esquina de su casa a la par de la gente de los country que quieren que los dejen comprar dólares, en fin,

Argentina, un país dificil de entender, en el que la que debiera iluminar el camino, la clase política, es la que  más brilla por su ausencia a la hora de mostrar conductas éticas, a la hora de dejar de lado los intereses partidarios para pensar en cómo mejorar el país.

Y sobre los dos tipos de problemas los internos y los externos, lo que cabe es preguntarse, cuántos de estos son atribuibles al gobierno al que todos critican ahora, y cuántos son inflados.
Sólo para mencionar, que en las épocas en que no se hablaba riesgo país en Argentina, cuando el país era el mejor alumno de la banca internacional, y del FMI, el resultado fue un desastre, recesión, cierres de empresas, endeudamiento elevado a su máxima expresión y caos político del que todavía es difícil saber entender cómo se pudo salir.
Lo que aprendí de esa época es que CUANDO LOS INTERESES EXTERNOS DICEN QUE ARGENTINA ESTA MAL ES PORQUE VAMOS BIEN, y lo mismo al revés.CUANDO NOS DICEN QUE ESTAMOS BIEN ES PORQUE ESTAMOS MAL.

Hay que ver cuánto de este razonamiento es aplicable al frente interno. Hay que aprender a separar los problemas, no meter todo en una misma bolsa, porque hay problemas y reclamos reales, pero estoy seguro que escondido entre la gente, aprovechando el anonimato y el descontento popular HAY MUCHOS INTERESES EN LO ECONOMICO Y EN LO POLITICO que quieren que no se los toque, que quieren seguir en una Argentina donde unos pocos tengan acceso a todo, y no le importa cómo estén los hospitales públicos, que haya más inversiones en las escuelas, que los maestros cobren sus sueldos.

Y por último, debemos aceptar que NO SIEMPRE UNA ACCION O MEDIDA NECESARIA agrada al que la recibe, aún cuando lo beneficie. La cantidad de gente quejándose de algo no puede ser una medida de lo correcto de una acción, lo correcto de una acción se mide por sus resultados en el tiempo.

Para finalizar, quiero citar un párrafo de Jose Ingenieros, de su libro "Las fuerzas Morales" que dice:
"Ningún progreso sería posible en las instituciones si las fuerzas activas que lo determinan necesitaran para actuar el consentimiento de las masas pasivas; es función propia de estas resistirlo y no lo ignoran los conservadores al ampararse en su consentimiento.

Lindo día en Suecia hoy, uno poco fresco, pero nada fuera de lo normal, ya estamos en pleno otonio por aqui, una estación que se destaca por el colorido de los árboles y las hojas muertas.

Hasta pronto, te invito a dejar tu opinión, duda, etc. / JRC













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